lunes, 26 de abril de 2010

OTRAS DIMENSIONES

Me han mandado esto y me ha parecido interesante. Las fotos molan mucho y el texto está bien (por dejar a un lado temas de política...). El autor del segundo texto y de lo de las fotos murió en el 2006 (creo). A ver qué os parece... (estaba publicado en arkinetia).


LA FORMA DEL ESPACIO EN LA RETINA


Es el espacio arquitectónico, paradójicamente, el campo de acción de Varini en su búsqueda de la segunda dimensión, cuya comprensión nos es tan inaccesible como la cuarta. Varini hace el camino inverso: pinta la segunda dimensión sobre un lienzo tridimensional, y nos revela mágicamente la esencia de la arquitectura, lo único que nos es dado ver de ella. La fotografía de arquitectura, no la arquitectura misma, es el contenido fundamental de esta revista, como de muchas otras. Conocemos la arquitectura casi exclusivamente a través del ojo intencionado del fotógrafo de arquitectura y nos remitimos a su arte cuando alcanzamos el privilegio de bucear en el espacio real de una obra conocida. El trabajo de Felice Varini enfatiza al extremo esa intencionalidad pictórica del fotógrafo, y propone una lectura del espacio arquitectónico que se equipara en importancia con el hallazgo renacentista de la perspectiva y su poder instrumental en el proyecto de arquitectura. Es Varini, sin duda, una referencia insoslayable en la investigación arquitectónica. (arkinetia)



TEXTO DE FELICE VARINI
(traducción y adaptación de arkinetia)

Mi campo de acción es el espacio arquitectónico y todo lo que constituye dicho espacio. Estos espacios son el soporte original de mi pintura. Trabajo in situ cada vez en un espacio diferente y mi trabajo se desarrolla en relación con los espacios que encuentro.

Generalmente vago a través del espacio observando su arquitectura, materiales, historia y función. A partir de esa información espacial y en referencia al último trabajo que he producido, identifico un punto de vista especialmente favorable desde el cual mi intervención toma forma.

El punto de vista es cuidadosamente escogido: está generalmente situado a la altura de mis ojos y ubicado dentro de un trayecto inevitable, por ejemplo una abertura entre un cuarto y otro, un punto de llegada… Sin embargo, no hago de esto una regla, no por todos los espacios pasa sistemáticamente una línea evidente.

A menudo es una elección arbitraria. El punto de vista funcionará como un punto de lectura, o sea, como un punto de arranque potencial en la aproximación a la pintura del espacio.

La forma a pintar logra su coherencia cuando el observador está en ese punto de vista. Cuando se mueve fuera de él, el trabajo se funde con el espacio generando infinitos puntos de vista en la forma. No es, por lo tanto, desde el punto de vista original que veo el trabajo exitoso, sino en el conjunto de puntos de vista que el observador puede adoptar frente a él.

Si establezco una relación especial con las características arquitectónicas que influyen en la forma de la instalación, mi trabajo preserva su independencia de cualquier espacio que encuentro. Comienzo a construir mi pintura desde una situación real. La realidad nunca es alterada, borrada o modificada, ella me interesa y me seduce en toda su complejidad. Yo trabajo “aquí y ahora”.

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Dibujo de Francis D.K.Ching - A Visual Dictionary of Architecture

La investigación de Varini posee el mismo poder instrumental que la perspectiva en el proyecto de arquitectura.
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

infografía: arkinetia

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina




La fotografía profesional de arquitectura se caracteriza (aunque con muchas excepciones) por la supresión de las fugas verticales, la integración de fondo y figura y la composición estática y equilibrada. Las propias cámaras fotográficas poseen dispositivos especiales para corregir la fugas y controlar la profundidad de campo de modo que fondos y figuras interactúen en el plano.
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

James Silverman
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Joan Roig
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Archifactory
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina




Julian Beever
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Julian Beever es un conocido artista callejero que, aunque se basa en la misma técnica de realización de Varini, procura el objetivo contrario, el de crear la ilusión de una tercera dimensión en el plano; o sea, dibujo de perspectiva, aunque ésta se aprecie desde una dirección no perpendicular al plano. ( http://users.skynet.be/J.Beever/ )
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Panya Clark Espinal, artista canadiense, ha realizado trabajos similares a los de Varini en el metro de Toronto. Ver: http://www.panyaclarkespinal.com/p_TTC_6.htm
Felice Varini y la misteriosa segunda dimensión de la arquitectura | La forma del espacio en la retina

Kurt Wenner, nacido en Ann Arbor, Michigan, utiliza la misma técnica que Julian Beever, aunque su residencia en Roma y su estudio de los grandes maestros lo acercaron al arte figurativo neoclásico. Ver http://www.kurtwenner.com
Felice Varini
www.varini.org

James Silverman en arkinetia

Joan Roig en arkinetia

Archifactory en arkinetia

Fotos: André Morin, Antolin Sanchez, Pino Musi, W. Lukowski, Marc Domage, I. Kalkkinen, Marc Domage, R. Paltrinieri, Christoph Markwalder, Antoine de Roux, C. Kempf, Sergio Puci, Jean Brasille, Elisabeth Zahnd, Heinz Zuwei, Alfonso Zirpoli, Karl-Hermann Möller, Fenn Hinchcliffe, Henry Jolles, Philippe Gronon, Pjerpol Rubens, Heinz Presig, Massimiliano Ruta, Dona de Carli, Carlo Varini



sábado, 24 de abril de 2010

AQUÍ VA ALGO DIVERTIDO

El otro día colgaba aquí el lado triste de una noticia feliz, la absolución de todos los miembros juzgados de Egunkaria. Si quereis pasar un buen rato, toma recopilación divertida:

http://ametskatua.com/EgunkariaCocidito/20030222CociditoEgunkaria.mp3

viernes, 23 de abril de 2010

A VECES SE NOS OLVIDAN ESTAS COSAS

Aunque fuese un buen presidente del COI y de la Caixa (que lo fue), no es oro todo lo que reluce. Viva la transición!

6a00d8341bf85353ef0133ecdc0d07970b-pi.jpg

Juan Antonio Samaranch valora la figura de Franco con motivo de su muerte

miércoles, 21 de abril de 2010

Perdonen las molestias...

Hace una semana aparecía la noticia, fantástica, de que el Vaticano perdonaba a los beatles 40 años después de su separación (http://www.elpais.com/articulo/gente/Vaticano/perdona/Beatles/elpepugen/20100412elpepuage_4/Tes). Es curioso que en tiempos de reflexión sobre la identidad sexual del vaticano (uno de sus emisarios señaló, a su vez, que los casos de pederastia no estaban tan relacionados con el celibato como con la homosexualidad... lo que me hace pensar que hay un monton de homosexuales que han ido para cura... en fin!) decida tomar una decisión tan cool (tardía para organismos con funcionamientos temporales normales, pero pronta para una institución que ha tardado 400 años en "perdonar" a Galileo y compañía). Pero bueno, este tema ha sido bastante manido estos últimos diás, así que me centraré en el motivo de mi reflexión: hace un par de días me tragué por enésima vez el concierto de Queen en Wembley y me vino a la cabeza si también a estos el Vaticano les "perdonará" dentro de ochenta años (más que a los Beatles, en la medida en que en Queen además de las drogas y las letras inmorales, estaba la lacra de la homosexualidad...). Y a raíz de esa concesión de perdon sacrosanto que ejerce el Vaticano ante nuestra pasividad, se me ha ocurrido que no es la única institución que actúa como tal: me he acordado del Gobierno Vasco del PNV acordándose de las Víctimas el 2007, me he acordado del congreso Español haciendo una declaración unánime condenando el franquismo explícitamente como dictadura en el 2002 (http://www.elmundo.es/elmundo/2002/11/20/espana/1037794736.html), al Parlamento Europeo haciendo lo mismo en el 2006 (http://www.elpais.com/articulo/espana/Parlamento/Europeo/condena/regimen/Franco/oposicion/Mayor/Oreja/elpporesp/20060705elpepinac_28/Tes), etc., etc.

Entonces me ha venido a la cabeza el caso que comentaba en este mismo blog la semana pasada, el del Egunkaria, y he pensado que cuándo perdonarán o pedirán perdón los congresos, parlamentos o instancias del perdón correspondientes a todas las víctimas que como en el Egunkaria padecen un sistema irracional y anticuado. Pero el problema no es del sistema, no se equivoquen. El problema es de la sociedad que se queda mirando cómo falla. ¿Absentismo en las elecciones como bálsamo, como reconocimiento de que algo falla? Dará igual. El mundo de la política seguirá girando. Por eso hoy, antes de que el Vaticano les perdone y como simbolo de que, si todos estamos de acuerdo en que algo falla, no hay que esperar a las instituciones (que no son más que nuestra representación) lo arreglen tarde y mal, declaro oficialmente que Queen era la ostia. Un saludo!



PD: por si aquellos que más de una vez me habeis preguntado qué hacemos en filosofía y demás, os dejo un documento (esta vez un audio, para que la pereza no os pueda tan manifiestamente) que espero os satisfaga. Es una conferencia de Daniel Innerarity - filósofo Euskaldun que suele escribir bastante en el País - del 2004. No os asusteis por el tono curil!!

http://www.march.es/conferencias/anteriores/voz.asp?id=171

lunes, 12 de abril de 2010

¿Y AHORA QUÉ? - 7 URTE, MILA ZENTZUGABEKERI

Hoy se ha publicado la sentencia definitiva del caso, digna de ser leída. Pero eso no llegará a todos. Lo que seguro que llegó fue la triste noticia de hace siete años: triste para Euskadi y triste para España. Ante esa noticia, sólo se manifestaron unos. Los otros, acataron. Hoy todos asienten, condescendientes, con altivez. Ni una disculpa. Siete años abandonados por la democracia. Siete años y miles de familias hundidas en el fango de una democracia en la que a veces, cuesta confiar. Por eso hoy, sólo posteo la noticia publicada por el País hace siete años. Porque la noticia de hoy, entristece más que alegra. En cualquier caso, zorionak a todos los absueltos.


"OFENSIVA CONTRA EL TERRORISMO

El juez Del Olmo cierra el periódico 'Egunkaria' por ser "instrumento" de ETA

La Guardia Civil detiene en Guipúzcoa a 10 directivos del diario editado en euskera

M. O. - San Sebastián - 21/02/2003

El diario en euskera Euskaldunon Egunkaria, afín a la izquierda abertzale, quedó ayer clausurado y 10 de sus directivos fueron detenidos por orden del juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo. Tras nueve horas de registro, la Guardia Civil precintó la sede principal del periódico, ubicada en Andoain (Guipúzcoa), y sus oficinas de Bilbao, Vitoria y Pamplona; sólo mantiene abierta la de Bayona (Francia). La operación culmina las investigaciones judiciales sobre "la instrumentalización del diario por parte de ETA", según una inusual nota pactada por el magistrado y el Ministerio del Interior.


Cierre del periódico 'Egunkaria'

Las puertas de entrada a la sede central de Egunkaria, el único diario editado íntegramente en euskera, quedaron ayer selladas con un candado. Al lado, una escueta nota con el siguiente texto: "Precintado por el Juzgado de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional". Fue el único rastro visible que dejó la Guardia Civil tras inspeccionar desde las 3.30 las instalaciones del rotativo en Andoain. Al mediodía, finalizado el registro y la operación policial, los agentes introdujeron al director del periódico, Martxelo Otamendi, en un vehículo policial camuflado y abandonaron el lugar en medio de aplausos y gritos de "askatasuna" (libertad), "Egunkaria aurrera" (adelante) y "lapurrak" (ladrones) por parte de los empleados.

La actuación de la Guardia Civil, que desplegó a 300 agentes, comenzó hacia la una de la madrugada con la detención en varias localidades de Guipúzcoa de 10 directivos y ex responsables de la sociedad Egunkaria SA, editora del periódico. Además de Otamendi, entre los detenidos se encuentran el presidente del consejo de administración, Juan Mari Torrealdai; el primer director que tuvo Egunkaria, Pello Zubiria; el consejero delegado, Iñaki Uria; el miembro del consejo Fermín Lazkano; Luis Goya, directivo de Egunkaria Sortzen; Xabier Oleaga, antiguo subdirector del diario y director de Egin; el ex dirigente de HB y presunto miembro de Ekin Xabier Alegria; la ex gerente Inma Gomila y Txema Auzmendi, jesuita, miembro del consejo asesor y subdirector de la emisora Herri Irratia.

El juez Del Olmo les acusa de estar presuntamente vinculados a ETA. Fueron registrados sus domicilios, así como las sedes de las revistas Jakin y Argia, la Federación de Ikastolas y las empresas Plazagunea SL, Diana Teknologia SL y Zine Zero SL, donde trabajan alguno de los detenidos.

Instrumento de ETA

La orden judicial de clausurar las empresas Egunkaria Sortzen SL y Egunkaria SA, y de suspender las actividades y cerrar el periódico Euskaldunon Egunkaria es el resultado de una investigación abierta hace dos años en torno a la "instrumentalización del rotativo por parte de la banda terrorista ETA", según informó ayer el Ministerio del Interior. "

"LAS PERLAS DE LA HEMEROTECA

Las horas siguientes al cierre de "Egunkaria" y las detenciones de varios de sus dirigentes supusieron un inmediato aluvión de declaraciones, ahora desautorizadas, tanto del Gobierno del PP como del PSOE

jurdan arretxe - Martes, 13 de Abril de 2010 -

Basta repasar la hemeroteca para ver quién era quién hace tan sólo siete años. El actual lehendakari, Patxi López, era sólo el secretario general del PSE; Josep Lluís Carod-Rovira, secretario general de ERC; Antonio Basagoiti, portavoz del PP en Bilbao; Jaime Mayor Oreja, vicesecretario de los populares; Xabier Arzalluz, presidente del EBB; Ángel Acebes, ministro del Interior; Mariano Rajoy, vicepresidente primero del Gobierno español; José María Aznar, presidente de ese mismo Ejecutivo.


Hoy todos han cambiado de puesto. Pero en febrero y marzo de 2003, como hoy, el caso Egunkaria era noticia. Tanto que, tras la operación policial ordenada por el juez Del Olmo, pocos políticos permanecieron en silencio.


El actual líder del PP y entonces vicepresidente primero del Ejecutivo español, Mariano Rajoy, calificó de "claramente inmoral" la subvención que diversas instituciones dieron al improvisado sustituto de Egunkaria, Egunero. Meses más tarde, en octubre, Rajoy volvió a hablar sobre las presuntas torturas a varios de los detenidos que había negado en febrero. Consideró incluso lógico que ese tipo de denuncias las hiciera gente de la izquierda abertzale, pero "que lo haga, aunque sea por vía de la insinuación, un Gobierno [el vasco, en referencia a la solidaridad mostrada por Gasteiz ante las denuncias], demuestra la locura a la que ha llegado ese Gobierno".
un gobierno "loco"

Ataques al PNV
El dirigente hoy cuestionado por el caso Gürtel criticó que el entonces líder jeltzale, Josu Jon Imaz, fuera a una manifestación en apoyo a Egunkaria: "Que vaya a protestar por una resolución de la Justicia revela que hay gente que está dando pasos que son muy poco razonables, que se salen de la lógica democrática y que demuestran nulo respeto al Estado de Derecho y a los tribunales, uno de los pilares básicos de la democracia".


Jaime Mayor Oreja, ex vicesecretario general del PP y ex ministro del Interior, apuntaló la línea crítica hacia los nacionalistas: "El PNV y el Gobierno vasco, de ahí su radicalidad, tienen que justificar lo injustificable para favorecer a un medio de comunicación que, evidentemente, según el juez, forma más parte de un entorno terrorista que de lo que es un medio de comunicación". El popular cifró las subvenciones en más de "1.000 millones de pesetas desde 1996".


El también miembro del PP vasco y entonces portavoz de los populares en el Ayuntamiento de Bilbao, Antonio Basagoiti, consideró "insólito" que el 24 de febrero el alcalde, Iñaki Azkuna, convocara una junta de portavoces: "Es muy significativo la posición que está teniendo el PNV en toda la CAV y Azkuna en particular de servilismo a Batasuna". Para el actual líder del PP en Euskadi, el partido jeltzale "pretende recoger sus resultados electorales, pero están agachando la cabeza completamente ante el brazo político de ETA".

"Presunto terrorista"
Otamendi "ataca la democracia"

Más allá fue el ministro del Interior, Ángel Acebes, que respondió con contundencia a la denuncia de torturas efectuada por Martxelo Otamendi: "Hay que valorarlas como las afirmaciones de alguien que es presuntamente terrorista y por lo tanto, lo que ataca y vulnera permanentemente son los derechos, las libertades y la democracia".


El PSOE, entonces en la oposición, hizo pública su posición a través de su secretario general en Euskadi y su portavoz en el Congreso de los Diputados. Patxi López criticó que "muchos" hablaran "de la presunción de inocencia de Egunkaria, pero no de la del juez, al que se le está condenando sin conocer los datos y las pruebas". Para el líder socialista, "el juez parece que tiene datos que indican que [el diario] participa del entramado de ETA".


El actual lehendakari se mostró sorprendido "de la rapidez y contundencia con la que responde el tripartito [PNV, EA y EB]" ante el cierre del diario, "frente a la reacción, más tibia, ante hechos tan probados como un atentado".


Jesús Caldera mostró "respeto" por un procedimiento judicial que daría "respuesta a las inquietudes". El portavoz socialista pidió al juez Del Olmo "agilidad para instruir cuanto antes esta causa".


Las voces más críticas llegaron por parte del PNV y de ERC. Xabier Arzalluz llegó a declarar que los fontaneros de La Moncloa estudiaban una manera de "suspender" las elecciones municipales en Euskadi. Para ello necesitarían crear "una gran crispación social" y "tensión constante", lo que aprovecharían una actuación como la de Egunkaria. Josep Lluís Carod-Rovira, afirmó que el cierre era una "auténtica barbaridad".


El tiempo se ha tragado a unos y ha aupado a otros, pero sus declaraciones permanecen."

Amen

domingo, 11 de abril de 2010

JORDI HURTADO BRO!

miércoles, 7 de abril de 2010

KRI.......... KRI

kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri kri