miércoles, 11 de noviembre de 2009

La negación de lo afirmado

Estimado lector,

El paralelismo de la primera misiva con un manifiesto - qué lejos de mis pretensiones queda tal calificativo, aunque en cierto modo resulta alagador - me ha llevado a reflexionar entorno al más conocido entre los manifiesto; el manifiesto de los manifiestos; el manifiesto de Tristan Tzara inagurando el primer - y tal vez único - movimiento vanguardista de la historia: el dadaísmo. Encuentro en este movimiento algo especialmente atractivo, no tanto por las creaciones "artísticas" que le acompañaron, sino por las reflexiones a las que su leitmotiv invita aun en nuestros días, 101 años después de su publicación (1918). Sin entrar a ahondar en su contenido explícito, este se puede resumir en las dos líneas que dominaron el movimiento en el que se iniciaron Bretón, Duchamp, Aragon, etc: una reflexión metafísica sobre el sinsentido de la vida - sin entrar en cuestiones sobre la absurdo de la existencia, como haría posteriormente la tradición francesa - y una idea crítica sobre las formas, especialmente artísticas, con las que se maquilla tal desasosiego. Así, se puede decir que el movimiento Dadaista fue, principalmente, un movimiento de negación; negación del arte, de la moral, de las costumbres, de las normas,... de la vida. No hay más que ver el último párrafo - quizás deberiá decir verso, pues posee una potencial expresivo impropio de la prosa - del manifiesto para darse cuenta de ello:

Libertad: DADA, DADA, DADA, aullido de colores encrespados, encuentro de todos los contrarios y de todas las contradicciones, de todo motivo grotesco, de toda incoherencia: LA VIDA.


La cuestión en la que me queriá centrar al citar este movimiento es la de su posible extrapolación al concepto actual de arte - en minusculas -, es decir, lo que se viene a conocer como arte contemporáneo, arte posmoderno o, más comunmente, modernuras, modernazos, "mira una moderna, mira una moderna", etc. Sin entrar a hacer valoraciones estilísticas del arte contemporáneo - que, por supuesto, reconozco desconocer -, querría centrarme más en el aspecto popular que no sólo rodea al mismo sino que además le es condición inherente y característica intrínseca - aunque en cierto modo sus abanderados se nieguen a reconocerlo -. Es decir, no me interesa tanto el paralelismo en los contenidos - que además desconozco -, sino la intención que excarvando en lo más hondo de su condición - al más puro estilo de W. Benjamin rebuscando entre la mierda - se nos presenta. Lo que pretendo, por tanto, es dejar entrever que aquello que nació en 1918 como una revuelta de la elite aburrida - se dice que el término dadá, tan vanagloriado por los posteriores "vanguardistas", surgió cuando Marcel Jank se atragantó mientras trataba de introducirse un croissant por cada orificio facial, inclusive las orejas - y que tanto bien hizo al arte y, por qué no, al mundo de la vida, está siendo erroneamente continuado hoy en día. En este sentido, considero que el posmodernismo, encarnado especialmente en la filosofía francesa y cuya obra maestra es mayo del 68, olvida por completo el mayor logro del dadaismo: mostrarnos que un movimiento cuya única razón de ser es la negación, la defensa sinsentido del propio sinsentido, tiene fecha de caducidad. Ya lo señaló André Bretón cuando, al desmarcarse del dadaísmo e iniciarse en el surrealismo, expresó: "el sinsentido llevado al sinsentido es un callejón sin salida; un corredor que gira sobre sí mismo". No quiero decir con esto que la salida que él propuso y que aquí no citaré fuese mejor que el propio dadaísmo, sino simplemente señalar que la negación por la negación termina por agotarse. Cuando en el cabaret Voltaire de Zurich o en los locales de París los dadaistas representaban el sinsentido, estaban haciendo historia. Pero no tardaron más de dos años en darse cuenta de que aquello no llevaba a ninguna parte. Porque tras ponerse en pelotas y untados en mermelada de arandanos en un escenario leyendo a Verlaine al revés, se iban a sus casa y decían: "y ahora, ¿qué?".
Por eso, las posteriores "vanguardias" - sería una tesis interesante la de plantearse si, con esa nueva condición, merecen el mismo calificativo - tenían un fin, es decir, afirmaban algo. En el caso del posmodernismo - remitiendo al concepto popular antes citado - arrastra consigo un problema: o mantiene la negación ad infinitum y cae en el sinsentido absoluto, o se afirma en forma de comercialización traicionando así su propio espíritu. En definitiva, creo que habría que abandonar la búsqueda desenfrenada de lo vanguardista, lo novedoso, la negación radical, lo rebelde, y esperar que en una búsqueda coherente nos salga de pronto un croissant por la oreja. Entonces, desde la búsqueda afirmativa, surgirán negaciones que merezcan la pena, rebeldías que serán escuchadas por la historia. Lo cual es lo opuesto a esa suerte de negación voluntaria, casi burguesa - de converse, Ipods y MACs -, de la que hacen gala algunos pseudo alternativos. No digo que haya que abandonar tales elementos, por lo demás secundarios, sino que hay que abandonar la hipocresía, reconducir la intención, y esperar que lo imrpovisado sea tan inesperado para el público como para el propio autor.

De lo contrario, seguiremos condenados a esta autocomplacencia burguesa que tanto interesa a aquellos que pretendemos criticar. Como denunciara Ribemort-Dessaiges (un dadaista algo vehemente) en relación al surrealismo, está muy bien fijar como el acto surrealista por excelencia salir a la calle y ponerse a pegar tiros indiscrimindamente, pero eso ni se hace ni, por tanto, pasa nada por decirlo.

Gracias por tu atención y perdona si me extendido,

Siempre tuyo

Ander

2 comments:

Gran Auntza Sentado dijo...

Pones dificil el comentar tus entradas eh! es complicado...

Yo me ley el manifiesto hace muchos años y despues se lo regale a mi hermano en su cumpleaños. Es muy divertido.

No me atrevo a comentar esto, lo siento...

afectuosamente vuestro

Jonander

yonosoyhabermas dijo...

Me comento a mí mismo: con este han sido (más bien fueron, porque ya hay otros tres) 7 posts, los mismos que en todo 2008. Éxito? Haber si seguimos así y llegamos a los 25 del 2007... Aupa gente!