sábado, 2 de junio de 2007

-¡Ejem! -dijo él-.¡Veamos, muchacho... sigue!

Se llamaba Ricardo Gardel, “el boludo”. Era mi profesor de violonchelo y el tío que más ligaba en el conservatorio. Tenía unos cuarenta tacos, pelo canoso, barbita y un acento argentino que no sé por qué vuelve locas a las tías. Con un aire bohemio pero prepotente y una tos crónica de fumador que lo caracterizaban, cada vez que empezaba a hablar subía las cejas y tosía: “ejem”. No he conocido sonido más irritante que ese “ejem”. Me caía mal porque era un jetas. Nunca me llamaba Daniel, ni Dani. Me llamaba “muchacho” de un modo desinteresado y con su tono de superioridad. Nunca se aprendió mi nombre. En cambio, de las alumnas se sabía hasta la talla del sujetador. En sus clases solían compartir algo más que su afición por la música. Él estaba casado con “la Rusa”, la profesora más fea de la escuela. No es que procediera del país del vodka pero era tan estricta y fría que lo parecía. Todo el mundo la temía, incluso él, que cuidaba al máximo su discreción.

Un martes de abril intentaba tocar una obra de Paganini en clase cuando la puerta se abrió de golpe y entró “la Rusa”, roja de ira, con un móvil en la mano. Se acercó al “boludo” y empezó a chillarle como una fiera. Al principio entendí que la conversación iba acerca del teléfono porque mientras le gritaba, no paraba de pegarle con él. Pero de lo que en realidad decía no llegué a entender nada, incluso me planteé la posibilidad de que fuera rusa de verdad. Tras un portazo, todo quedó en silencio. Disfruté viendo la cara de susto y bochorno de mi profesor. Blanco, temblando y sudando.
-¡Ejem! -dijo él-.¡Veamos, muchacho... sigue!

Pero no pude seguir porque la puerta se volvió a abrir. “La Rusa”, no lo suficientemente satisfecha con la bronca anterior, entró con decisión. No dijo nada y la imagen que vi a continuación no la olvidaré jamás. Cogió el violonchelo de mi profesor y lo tiró por la ventana que estaba abierta.


Bigarren proposamena:zumo de limón

1 comments:

Gran Auntza Sentado dijo...

heeeee! que guay. La Rusa. En tadjikistan me han dicho que la gente es aun mas borde